En sus 65 años de historia moderna, la industria de centros comerciales no había enfrentado un reto como el que estamos viviendo actualmente, pero la pandemia de COVID-19 ha cambiado la ecuación y ha llevado a la industria en el curso de unas cuantas semanas a un punto de quiebra el cual nunca había enfrentado. Por primera vez, prácticamente todos los centros comerciales del mundo han cerrado.
La industria de retail y centros comerciales ha sido ‘resiliente’ históricamente. Las tiendas y el retail han evolucionado y se han adaptado a la realidad de cada tiempo y a los cambios de preferencia de sus clientes, pero el Coronavirus, por primera vez ha puesto la subsistencia de esta industria en entredicho.
Algunas marcas de retail ya estaba en una etapa de replanteamiento mucho antes del brote de Coronavirus; desde hace varios años el comercio electrónico ha tenido tasas de crecimiento de dobles dígitos, quitándole cuota de mercado al retail físico. Los formatos de centros comerciales y su modelo de negocio habían cambiado radicalmente, privilegiando los giros de alimentos y bebidas y entretenimiento sobre los de moda y accesorios que habían dominado en décadas pasadas, y los centros comerciales en algunas regiones del mundo venían perdiendo relevancia por años.
A pesar de aún estar en el peor punto de la crisis de salud, los que llevamos muchos años en la industria de centros comerciales creemos firmemente que sobrevivirá y eventualmente retomará su senda de crecimiento, pero su evolución no podrá seguir siendo lineal, habrá un pre-COVID y un post-COVID y quien no lo reconozca y acepte difícilmente podrá tener éxito en el futuro. Esta puede ser una gran oportunidad para que se de un cambio radical en la forma de hacer negocios en nuestra industria, el comienzo de una nueva era donde todos los jugadores de la industria trabajen por primera vez como un solo equipo, con los mismos objetivos.
En el corto plazo, la sobrevivencia y éxito futuro de nuestra industria depende de que la mayor parte de los retailer/ tenantss puedan reabrir, volver a operar y ser rentables. No hay ninguna duda de que la prioridad en este momento para todos los jugadores de nuestra industria es que un mayor numero de nuestros inquilinos logren superar la etapa de emergencia de la mejor manera; un centro comercial con una vacancia excesiva o sin inquilinos no es viable, y por ende sus dueños no podrían ni darles dividendos a sus inversionistas ni pagarles a sus acreedores. Desgraciadamente, algunas cadenas de tiendas, sobre todo las que ya venían con problemas antes de la crisis posiblemente no sobrevivan.
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